domingo, 23 de agosto de 2009

El zorro y el oso

Un buen día un hombre paseaba por el bosque cuando se encontró con un zorro herido. La pobre criatura se había roto las cuatro patas mientras intentaba huir de un cazador y estaba tal malherida que ni siquiera podía moverse para encontrar comida.
El hombre sintió lástima por el animal y decidió acercarse a él. Pero mientras lo hacía vio un gigantesco oso que se asomaba entre los árboles, arrastrando los despojos del animal que acababa de devorar. El oso pareció no interesarle el zorro y de hecho, dejó caer los restos y se dio media vuelta en busca de otro animal que llevarse a la boca. Los desperdicios cayeron junto al zorro, que se lanzó sobre la poca carne que quedaba con enorme ansiedad.
Al día siguiente, el hombre volvió al bosque. Una vez más, el oso había dejado un apetitoso bocado cerca de donde yacía el famélico zorro y nuevamente el zorro se había abalanzado sobre la comida. El tercer día, al volver al bosque, la escena se repetía.
El hombre reflexionó detenidamente sobre lo que había visto.
-Si Dios se preocupa tanto por el zorro - se dijo a sí mismo-, ¿cuánto más se preocupará por mí......? Mi fe no es lo suficientemente fuerte, debo aprender a confiar en Dios con la misma intensidad que el zorro.
Acto seguido, el hombre se arrodilló en el bosque y, con la mirada puesta en el cielo, exclamó:
-Señor, el zorro me ha demostrado lo que es tener fe en ti. A partir de este momento me entrego a ti en cuerpo y alma. Confío en que cuides como el oso asiste al zorro.
Dicho esto, el hombre se tumbó en el suelo a la espera de que Dios se ocupara de él. Transcurrió un día y no sucedió nada. El hombre empezó a tener hambre. Pasó otro día y seguía sin ocurrir nada. El hombre empezó a mosquearse. El tercer día, cuando aún no había ni rastro de Dios, el hombre se enfadó.
- Señor, quieres a ese zorro más que a mí. ¿Por qué no te preocupas de mí con lo mucho que yo confío en ti? ¿Por qué no me alimentas?.
Por fin, el hambre obligó al hombre a volver al pueblo. En una de las calles del pueblo, se topó con un niño hambriento. No pudo contenerse y le manifestó a Dios su ira:
-¿Por qué no haces nada para ayudar a este pobre niño?.
- Ya lo he hecho, respondió Dios. Te he creado a ti. Pero has decidido seguir el ejemplo del zorro y no el del altruista oso.

lunes, 17 de agosto de 2009

EN LA DIVERSIDAD ESTA LA PERFECCIÓN

Dios estaba en el cielo mirando cómo actuaban los hombres en la tierra. Entre ellos, la desolación reinaba. ¡Más de 6 mil millones de seres humanos son pocos para alcanzar la magnificencia divina del amor! Suspiró el señor.
El padre vio tantos humanos en guerra, esposos y esposas que no completaban sus carencias, ricos y pobres apartados , sanos y enfermos distantes, libres y esclavos separados, que un buen día reunió un ejercito de ángeles y les dijo: ¿Veis a los seres humanos? ¡Necesitan ayuda! Tendréis que bajar vosotros a la tierra. ¿Nosotros? Dijeron los ángeles ilusionados, asustados y emocionados, pero llenos de fe.
Sí, vosotros sois los indicados. Nadie más podría cumplir esta tarea. ¡Escuchad!: Cuando cree al hombre, lo hice a imagen y semejanza mía, pero con talentos especiales cada uno. Permití diferencias entre ellos para que juntos formasen el reino. Así lo planee. Unos alcanzarían riquezas para compartir con los pobres. Otros gozarían de buena salud para cuidar a los enfermos. Unos serian sabios y otros, muy simples para procurar entre ellos sentimientos de amor, admiración y respeto. Los buenos tendrían que rezar por los que actuaran como si fueran malos. El paciente toleraría al neurótico. En fin, mis planes deben cumplirse para que el hombre goce, desde la tierra, la felicidad eterna. Y para hacerlo, ¡vosotros bajaréis con ellos!.
¿De que se trata? Los ángeles preguntaron inquietos. Entonces el señor explicó su deber. Como los hombres se han olvidado de que los hice distintos para que se complementasen unos a otros y así formaran el cuerpo de mi hijo amado; como parece que no se dan cuenta de que los quiero diferentes para lograr la perfección, bajaran ustedes con francas distinciones.
Y dio a cada uno su tarea: -Tú tendrás memoria y concentración de excelencia: serás ciego; tu serás elocuente con tu cuerpo y muy creativo para expresarte: serás sordomudo; tu tendrás pensamientos profundos, escribirás libros, serás poeta: tendrás parálisis cerebral; a ti te dará el don del amor y serás su persona, habrá muchos otros como tú en toda la tierra y no habrá distinción de raza porque tendrás la cara, los ojos, las manos y el cuerpo como si fueran hermanos de sangre: tendrás Síndrome de Down; tu serás muy bajo de estatura y tu simpatía y sentidos del humor llegaran hasta el cielo: serás gente pequeña; tu disfrutaras la creación tal como lo planee para los hombres: tendrás discapacidad intelectual y mientras otros se preocupan por los avances científicos y tecnológicos, tu disfrutaras mirando a una hormiga, una flor. Serás muy feliz, muy feliz porque amaras a todos y no harás juicios de ninguno. Tu vivirás en la tierra, pero tu mente se mantendrá en el cielo; preferirás escuchar mi voz a la de los hombres: tendrás autismo; tu serás hábil como ninguno te faltarán los brazos y harás todo con las piernas y la boca.
Al último ángel le dijo: Serás genio; te quitare las alas antes de llegar a la tierra y bajaras con la espada ahuecada; los hombres reparan tu cuerpo, pero tendrás que ingeniártelas para triunfar. Tendrás mielomeningocelle que significa: miel que vino del cielo.
Los ángeles se sintieron felices con la distinción del señor, pero les causaba enorme pena tener que apartarse del cielo para cumplir su misión.
¿Cuánto tiempo viviremos sin verte? ¿Cuánto tiempo lejos de ti? No os preocupéis, estaré con vosotros todos los días. Además, esto durara solo entre 60 y 80 años terrenos. Esta bien, padre. Será como dices 80 años son un instante en el reloj eterno. Aquí nos vemos al ratito, dijeron los ángeles al unísono y bajaron a la tierra emocionados.
Cada uno llegó al vientre de una madre, ahí se formaron durante6,7,8, o 9 meses al nacer fueron recibidos con profundo dolor, causaron miedo y angustia. Algunos padres rehusaron la tarea; otros la asumieron enojados; otros se echaron culpas hasta disolver su matrimonio y otros mas lloraron con amor y aceptaron el deber. Sea cual fuere el caso, como los ángeles saben de su misión y sus virtudes son la fe, la esperanza y la caridad, además de otras, todas gobernadas por el amor, ellos han sabido perdonar, y con paciencia pasan la vida iluminando a todo aquel que los ha querido amar.
Siguen bajando ángeles a la tierra con espíritus superiores en cuerpos limitados y seguirán llegando mientras haya humanidad en el planeta. Dios quiere que estén entre nosotros para darnos la oportunidad de tabajar con ellos, para aprender de ellos. Y, trabajar es servir; servir es vivir y vivir es amar, porque la vida se nos dio para eso. El que no vive para servir, no sirve para vivir.
> * maestro, ¿quién peco para que este naciera ciego? ¿El o sus padres? Ni el ni sus padres; nació así para que se vieran en él las obras de Dios.*
Y las obras de Dios también se hacen a través de los hombres. Estas obras son de misericordia, especialmente con aquellos que más nos necesitan. ¿Ven por que tantas diferencias?.

domingo, 9 de agosto de 2009

“DON ROQUE”

Don Roque era ya un anciano cuando murió su esposa, durante largos años había trabajado con ahínco para sacar adelante a su familia. Su mayor deseo era ver a su hijo convertido en un hombre de bien, respetado por los demás, ya que para lograrlo dedicó su vida y su escasa fortuna. A los 70 años Don Roque se encontraba sin fuerzas, sin esperanzas, solo y lleno de recuerdos. Esperaba que su hijo, brillante profesionista, le ofreciera su apoyo y comprensión, pero veía pasar los días sin que este apareciera y decidió por primera vez en su vida pedir un favor a su hijo. Don Roque tocó la puerta de la casa donde vivía su hijo con su familia. -¡Hola papá! ¡Que milagro que vienes por aquí! - Ya sabes que no me gusta molestarte, pero me siento muy solo, además estoy cansado y viejo. - Pues a nosotros, nos da mucho gusto que vengas a visitarnos, ya sabes que esta es tu casa. - Gracias hijo, sabía que podía contar contigo, pero temía ser un estorbo. - Entonces ¿no te molestaría que me quedara a vivir con ustedes? ¡me siento tan solo! -¿Quedarte a vivir aquí?, si…..claro……pero no se si estarías a gusto, tu sabes, la casa es chica mi esposa es muy especial…..y luego los niños…. - Mira hijo, si te causo muchas molestias olvídalo, no te preocupes por mi, alguien me tenderá la mano. - No padre no es eso, solo que….no se me ocurre dónde podrías dormir. No puedo sacar a nadie de su cuarto, mis hijos no me lo perdonarían….o solo que no te moleste dormir en el patio? - Dormir en el patio esta bien. - El hijo de Don Roque llamó a su hijo Luis de 12 años. - Dime papá. Mira hijo, tu abuelo se quedará a vivir con nosotros. Tráele una cobija para que se tape en la noche. - Si con gusto….¿y donde va a dormir? -En le patio, no quiere que nos incomodemos por su culpa. Luis subió por la cobija, tomó unas tijeras y la cortó en dos. En ese momento llegó su padre -¿Que haces Luis? ¿porque cortas la manta de tu abuelo? - Sabes papá, estaba pensando….. -¿Pensando en que? - En guardar la mitad de la cobija para cuando tu seas viejo y vayas a vivir a mi casa.