martes, 23 de julio de 2013

LAS LAGRIMAS DE UN PADRE

Cuentan que había una vez un señor que padecía lo peor que le puede pasar a un ser humano: su hijo había muerto.


Desde su muerte y durante años, no podía dormir. Lloraba y lloraba hasta que amanecía.

Un día, cuentan que, se le aparece un ángel en su sueño, que le dice:

¡Basta ya de llorar! "Es que no puedo soportar la idea de no verlo nunca más"-
Le respondió el hombre.

El ángel le dice: -¿Quieres verlo?

Y al confirmarle que sí, lo toma de la mano y lo sube al cielo. -Ahora lo vas a ver, quédate acá.

A una orden suya, por una enorme acera empiezan a pasar un montón de niños vestidos como angelitos, con alitas blancas y una vela encendida entre las manos, como uno se imagina el cielo con los angelitos.

El hombre dice: -¿Quiénes son?

Y el ángel le responde: son los niños que han muerto en estos años, y todos los días hacen este paseo con nosotros, porque son puros. ¿Mi hijo está entre ellos? -Preguntó el hombre.

Sí, ahora lo vas a ver le contestó, mientras pasaban cientos y cientos de niños.

Ahí viene- avisa el ángel, y el hombre lo ve, radiante como lo recordaba. Pero de pronto, algo lo conmueve: entre todos, es el único chico que tiene la vela apagada. Siente una enorme pena y una terrible congoja por su hijo.

En ese momento, el chico lo ve, viene corriendo y se abraza a él.

El lo abraza con fuerza, y le dice: -Hijo, ¿por qué tu vela no tiene luz? ¿por qué no encienden tu vela como a los demás? Y su hijo le responde:

-Papá, sí encienden mi vela cada mañana, igual que la de todos ellos, pero..., ¿sabes qué pasa? cada noche tus lágrimas apagan la mía.

Es difícil perder a un ser querido pero hay que recordarlos con amor y alegría para que ellos estén tranquilos donde se encuentren

martes, 16 de julio de 2013

¿POR QUÉ NO SOY FELIZ?

Mi primera respuesta a tu pregunta es otra pregunta:


¿Qué crees tú que necesitas para ser feliz?,

¿Qué cosas quisieras tener para experimentar felicidad?,

O ¿Que personas necesitas tener a tu lado para sentirte feliz?,

O ¿Qué circunstancias necesitas que cambien para que seas feliz?

Hay personas que nunca se sienten realizadas.

Muchas cosas le fastidian y le molestan.

Ellos van por este hermoso mundo corriendo desesperados como un niño que afanado persigue el arco iris.

A pesar del serio esfuerzo del niño y su intento de acercarse, el arco iris parece burlonamente alejarse. Para esas personas, la felicidad siempre se haya más allá de donde ellos se encuentran.

Un joven me decía: Me casaré cuando encuentre la persona que traiga satisfacción a mi vida.

Con esa filosofía de vida algunos piensan: cuando encuentre a mi cónyuge, entonces seré feliz.

Otros que ya lo han encontrado y ya se han decepcionado, piensan; "cuando me separe, entonces seré feliz".

Algunos piensan: cuando tenga hijos seré feliz y otros, cuando se marchen, entonces comenzará mi felicidad.

La vida no funciona así.

Podrás tener riquezas y ser infeliz, estar rodeado de las personas más amorosas y vivir las circunstancias ideales, pero eso no quitará de ti todos tus males.

Es que la felicidad no se descubre al encontrar a la persona apropiada, sino en ser la persona adecuada.

La felicidad no está en encontrar a quien te haga feliz, sino en aprender a traer felicidad a los que te rodean.

La felicidad la encuentra la persona que aprende a vivir sabiamente. Establece relaciones saludables, pone límites, acepta lo bueno y rechaza lo cuestionable.

Es feliz quien se acerca a las personas sin sospecha pero con prudencia y se aleja de quienes le hacen daño, sin maltratar pero con inteligencia.

La felicidad la encuentra quien aprende a usar las cosas y no a las personas, quien no abusa ni permite el abuso.

No es feliz quien nunca recibe heridas sino quien sabe cómo evitarlas y, cuándo es imposible, sabe cómo curarlas.

No es feliz quien nunca tiene problemas o todo lo tiene resuelto, sino quien cuando estos llegan los enfrenta sabiamente y cuando no puede busca ayuda inmediatamente.

Por nuestro propio bien, dejemos de buscar la felicidad en las cosas, personas o circunstancias que nos rodean y comencemos a cambiar desde nuestro interior, las actitudes que nos están afectando.

La felicidad no se busca sé feliz tú mismo para hacer feliz a los demás

lunes, 8 de julio de 2013

LA SABIDURÍA DEL SILENCIO ETERNO

Habla simplemente cuando sea necesario. Piensa lo que vas a decir, antes de abrir la boca. Se breve y preciso, ya que cada vez que dejes salir una palabra, dejas salir al mismo tiempo una parte de tu chi (energía). De esta manera aprenderás a desarrollar el arte de hablar sin perder energía.
Nunca hagas promesas que no puedas cumplir. No te quejes y no utilices en tu vocabulario palabras que proyecten imágenes negativas, porque se producirá alrededor de ti todo lo que has fabricado con tus palabras cargadas de chi.
Si no tienes nada bueno, verdadero y útil que decir, es mejor quedarse callado y no decir nada. Aprende a ser como un espejo. Escucha y refleja la energía. El Universo mismo es el mejor ejemplo de un espejo que la naturaleza nos ha dado, porque el Universo acepta sin condiciones nuestros pensamientos, nuestras emociones, nuestras palabras, nuestras acciones, y nos envía de vuelta el reflejo de nuestra propia energía bajo la forma de las diferentes circunstancias que se representan en nuestra vida.
Si te identificas con el éxito tendrás éxito. Si te identificas con el fracaso, tendrás fracaso. Así podemos observar que las circunstancias que vivimos son simplemente manifestaciones externas del contenido de nuestra habladuría interna. Aprende a ser como el Universo, escuchando y reflejando la energía sin emociones densas y sin prejuicios, porque siendo como un espejo sin emociones, aprendemos a hablar de otra manera, con el poder mental tranquilo y en silencio, sin darle oportunidad de imponerse con sus opiniones personales y evitando que tenga reacciones emocionales excesivas, simplemente permitiendo una comunicación sincera y fluída.
No te des mucha importancia y sé humilde, pues cuanto más te muestres superior, inteligente y prepotente, más te vuelves prisionero de tu propia imagen y vives en un mundo de tensión e ilusiones.
Sé discreto, preserva tu vida íntima, de esta manera te liberas de las opiniones de los otros y llevarás una vida tranquila volviéndote invisible, misterioso, indefinible, insondable como el TAO.
No compitas con los demás, vuélvete como la tierra que nos nutre, que nos da lo que necesitamos. Ayuda a los otros a percibir sus cualidades, a percibir sus virtudes, a brillar. El espíritu competitivo hace que crezca el ego y crea conflictos inevitablemente. Ten confianza en ti mismo, preserva tu paz interna evitando entrar en la provocación y en las trampas de los otros.
No te comprometas fácilmente. Si actúas de manera precipitada sin tomar consciencia profunda de la situación, te vas a crear complicaciones. La gente no tiene confianza en aquellos que muy fácilmente dicen "si", porque saben que ese "si" no es sólido y le falta valor. Toma un momento de silencio interno para considerar todo lo que se presenta y toma tu decisión después. Así desarrollarás la confianza en ti mismo y la sabiduría.
Si realmente hay algo que no sabes o no tienes la respuesta a la pregunta que te han hecho, acéptalo. El hecho de no saber es muy incómodo para el ego, porque le gusta saber todo, siempre tener razón y siempre dar su opinión muy personal. En realidad el ago no sabe nada, simplemente hace creer que sabe.
Evita el hecho de juzgar y criticar, el TAO es imparcial y sin juicios, no critica a la gente, tiene una compasión infinita y no conoce la dualidad. Cada vez que juzgas a alguien, lo único que haces es expresar tu opinión muy  personal y es una pérdida de energía, es puro ruido. Juzgar es una manera de esconder las propias debilidades. El sabio tolera todo y no dirá ni una palabra.
Recuerda que todo lo que te molesta de los otros es una proyección de todo lo que todavía no has resuelto en ti mismo. Deja que cada quién resuelva sus propios problemas y concentra tu energía en tu propia vida. Ocúpate de ti mismo, no te defiendas. Cuando tratas de defenderte, en realidad estás dándole demasiada importancia a las palabras de los otros y le das más fuerza a su agresión. Si aceptas el no defenderte estás demostrando que las palabras de los demás no te afectan, que son simplemente opiniones y que no necesitas convencer a los otros para ser feliz.
Tu silencio interno te vuelve impasible. Haz regularmente un ayuno de la palabra para reeducar el ego, que tiene la costumbre de hablar todo el tiempo. Practica el arte de no hablar. Toma un día a la semana para abstenerte de hablar, o por lo menos unas horas en el día, según lo permita tu organización personal. Es un ejercicio excelente para conocer y aprender el universo ilimitado del TAO(camino a la verdad), en lugar de tratar de explicar con palabras lo que es el TAO.
Progresivamente desarrollarás el arte de hablar sin hablar y tu verdadera naturaleza interna reemplazará tu personalidad artificial, dejando aparecer la luz de tu corazón y el poder de la sabiduría del silencio. Gracias a esta fuerza atraerás hacia ti todo lo que necesitas para realizarte y liberarte completamente. Pero hay que tener cuidado de que el ego no se inmiscuya. El poder permanece cuando el ego se queda tranquilo y en silencio. Si tu ego se impone y abusa de este poder, el mismo poder se convertirá en un veneno y todo tu ser se envenenará rápidamente, perdiendo la paz.
Quédate en silencio, cultiva tu propio ser interno. Respeta la vida de los demás y de todo lo que existe en el mundo. No trates de forzar, manipular y controlar a los otros. Conviértete en tu propio maestro y deja a los demás ser lo que son, o lo que tienen la capacidad de ser. Dicho en otras palabras, vive siguiendo la vida sagrada del TAO.

lunes, 1 de julio de 2013

NO INVENTE DISCULPAS

Una empresa estaba en situación difícil, las ventas iban mal, los trabajadores y colaboradores estaban desanimados, y la situación financiera del negocio era crítica.

Era preciso hacer algo para revertir el caos.

Nadie quería asumir nada. Por el contrario, el personal apenas reclamaba que las cosas andaban mal y que no existía perspectiva de progreso en la empresa.

Ellos consideraban que alguien debería tomar la iniciativa de revertir aquél proceso.
Un día, cuando los funcionarios llegaron a
trabajar, encontraron en la portería un enorme cartel que decía:

"Falleció ayer la persona que impedía el crecimiento de nuestra empresa. Usted está invitado a participar del velorio en el salón de los deportes."

Al principio todos se entristecieron ante la muerte de alguien, pero después de algún tiempo, sintieron curiosidad por saber quién estaría bloqueando el crecimiento de la empresa.

La agitación en el salón de deportes era tan grande que fue preciso llamar a los guardias de seguridad para organizar una fila india.
A medida que las personas iban aproximándose al cajón la excitación aumentaba.

- ¿Quién será el que estaba estorbando el progreso?
- ¡Qué suerte que este infeliz se murió!!!

Uno a uno, los funcionarios agitados se aproximaban al cajón, miraban al difunto y se quedaban pasmados en seco, quedando en absoluto silencio como si hubiesen sido heridos en lo más hondo de sus almas.
Pues bien, ciertamente usted no habrá imaginado que había en el fondo del cajón...

¡Había un espejo!..

Consideraciones:
Sólo existe una persona capaz de limitar su crecimiento: usted mismo.
Usted es la única persona que puede cambiar su vida.
Usted es la única persona que puede perjudicar su vida.
Usted es la única persona que puede ayudarse a sí mismo.
No intente hallar culpables para sus fallas.

Es dentro de su corazón donde encontrará la energía para transformarse en el artista de su creación...
"El resto son disculpas..."

No invente disculpas y cumpla lo que se promete a si mismo, a los demás y comprométase..