jueves, 15 de diciembre de 2011

Cosas que quiero hacer antes de morir

Me da mucho gusto poder transmitir algunas reflexiones que he hecho acerca de lo que tiene que significar la vida y el significado que le hemos dado. Mi reflexión comienza con una pregunta: ¿qué harías tú supieras que tienes un mes de vida? ¿serían prioritarios las mismas cosas? ¿verías tu mundo de la misma manera? ¿harías las mismas cosas?
Siempre hemos querido hacer muchas realidad nuestros sueño, pero como pensamos que tenemos tiempo lo posponemos y a veces nunca llegamos a realizar lo que soñamos.
Con el pasar del tiempo, los sueños adolescentes y de juventud, los sumergimos en el olvido y creemos que ya no tenemos el poder de crear. Nos volvemos adultos realistas y falta de ideales. Nos convertimos en producto, productividad, éxito, en empleados, en gerentes, en obreros, en doctor o en el señor que limpia, en cifras, en pertenencias.
Hoy podemos volver a creer, soñar y crear nuestro futuro.
Yo haría muchas cosas, si supiera que voy a morir:
Lo primero sería darme cuenta de las muchas cosas que no hice, haría un examen de: Cosas Pendientes por hacer que no hice por miedo, por postergarlo, lo haré el año que viene ó ya estoy muy viejo para hacerlo.
Miraría y me daría cuenta de lo maravilloso del amanecer, del sol, el mar, los árboles, los niños corriendo, agradecería cada momento y lo viviría al máximo.
Me rodearía solo de gente que me ama, me considera y me valora.
Me comportaría como un niño de 5 años: miraría todo con asombro, creería en la gente, la bondad, el amor, sería inocente, dulce y diría lo que no me gusta. Sería yo sin máscaras ni fortalezas.
Dejaría de tener dolores de cabeza, stress y úlceras por el trabajo, vería la oportunidad grandiosa de hacer lo que me gusta y dar lo mejor de mi.
Estaría más con mis seres queridos, les daría mas amor, cariño, abrazos, sonrisas y compañía.
Expresaría amor a toda la gente que apreció.
Estaría pendiente de la gente, brindaría sonrisas y cariño
Le haría ver a la gente lo especiales que son
Utilizaría mi poder de creación para realizar milagros de amor y abundancia todos los días
Sería feliz cada día, en vez de esperar a que en un futuro lo sea
Viviría y experimentaría que mi pareja está en mi bando, que es mi aliado y que estamos para crecer juntos
Me abandonaría completamente en las manos de Dios
Realizaría milagros
Muchas veces dejamos de vivir el día a día, crecer, realizar un sueño, por creer que tenemos tiempo. Y el resultado es que perdemos horas y días maravillosos por esperar ser feliz, y pensar que mañana lo haremos.
Hazlo hoy.
Hazlo ya.
Buscar la realidad a veces oscurece el alma, para luego resplandecer con luz propia.
Hoy haz una lista de las cosas que quieres hacer antes de morir. Y ponlas en práctica.
Cree en tu poder de crear y comienza a vivir.

martes, 13 de diciembre de 2011

Que tiempos aquellos.....

Quién no quisiera regresar a aquel tiempo en el que :
Las decisiones importantes se tomaban mediante un
práctico...“pi-to-pi-to corde ri to...
Los errores de gramática se arreglaban diciendo simplemente "arranca la hoja y hazlo de nuevo!"
El peor castigo y condena era que te hicieran escribir cien veces "No debo....."
Las discusiones terminaban con un "piedra, papel o tijera"
"Tener mucho dinero", solo significaba poder comprar más golosinas jugando a "las tiendas" o un helado en el recreo.
Llenar una bolsa con canicas podía mantenernos felizmente ocupados todo un atardecer.
No era raro que tuvieras dos o tres "mejores" amigos/as. "Es muy viejo/a": se refería a cualquiera que tuviera más de 18 años.
No había nada que fuera mas lindo y "prohibido" que jugar con "petardos "
"Ladrones y Policías" era sólo un juego para los recreos ... y era mucho mas divertido ser ladrón que policía ...
"Venenosa" se refería solo a un tipo de "insecto o liquido prohibido" y no a ciertas personas...
Para viajar desde la tierra al cielo, solo tenías que jugar a que eras "astronauta o superhéroe"...
Era ideal jugar un partido de voleibol sin red y las reglas no importaban demasiado..
Lo peor que te podía ocurrir con el sexo opuesto era que te rechazaran jugando con “coches" o a las “muñecas".
"Haber llevado un arma a la escuela" significaba que te habían atrapado con un tirachinas...
"El ultimo que llega es tonto !!!" era el grito que te hacia correr como un desaforado hasta que sentías que se te reventaba el corazón...
Nadie en el mundo era mas linda que mama. Ella solo besaba tus moretones, chichones y raspones y te hacia sentir mejor al instante...
Nunca faltaba la moneda debajo de la almohada que te dejaba El "Ratoncito" a cambio de tus "dientes de leche", ¡eras de otro mundo si te dejaba un billete!.
Siempre descubrías tus nuevas capacidades y habilidades a causa de un "a que tú no puedes?..."
La "desilusión" era haber sido elegido “último" para el equipo de tu escuela.
"Guerra", solo significaba arrojarse trozos de tiza y pelotitas de papel durante las "horas libres".
Los "globos de agua" eran la más moderna, eficiente y poderosa "arma" que se había inventado.
"La guerra", era algo que había sucedido antes de que naciéramos y que nunca volvería a suceder...
Los helados y frutas constituían el grupo de los alimentos básicos esenciales.
Para transformar tu "bici" en una poderosa "moto" solo había que colocarle un envase aplastado entre los rayos de la rueda.
No había nada mejor que las tardes del verano para una jugar con los amigos del barrio o esperar para ver pasar al vecino o vecina que tanto te agradaba...
Los "hermanos mayores" eran el peor de los tormentos, pero también eran los más celosos, fieles y feroces protectores...
Si puedes recordar la mayoría de estas cosas, entonces significa que realmente has estado VIVO !!!
Comparte esto con cualquiera de tus amigos que necesite un pequeño descanso en su agitada y feliz “vida de adulto"
Recuerda SIEMPRE,
"El día que no rías... es un día perdido “

viernes, 2 de diciembre de 2011

Leyenda de una Mujer

Cuenta la leyenda que una mujer pobre con un niño en los brazos, pasando delante de una caverna escuchó una voz misteriosa que allá adentro le decía:
"Entra y toma todo lo que desees, pero no te olvides de lo principal. Pero recuerda algo: después que salgas, la puerta se cerrará para siempre. Por lo tanto, aprovecha la oportunidad, pero no te olvides de lo principal....."
La mujer entró en la caverna y encontró muchas riquezas. Fascinada por el oro y por las joyas, puso al niño en el piso y empezó a juntar, ansiosamente, todo lo que podía en su delantal.
La voz misteriosa habló nuevamente. " Tienes solo ocho minutos "
Agotados los ocho minutos, la mujer cargada de oro y piedras preciosas, corrió hacia fuera de la caverna y la puerta se cerró.....Recordó, entonces, que el niño quedó adentro y la puerta estaba cerrada para siempre.
La riqueza duró poco y la desesperación... para el resto de su vida!
Lo mismo ocurre, a veces, con nosotros. Tenemos unos 80 años para vivir en
este mundo, y una voz siempre nos advierte: "Y No te olvides de lo principal!"
Y lo principal son los valores espirituales, la oración, la vigilancia, la familia, los amigos, la vida. Pero la ganancia, la riqueza, los placeres materiales nos fascinan tanto que lo principal siempre se queda a un lado....
Así agotamos nuestro tiempo aquí, y dejamos a un lado lo esencial " Los tesoros del alma!".
Que jamás nos olvidemos que la vida en este mundo, pasa rápido y que la muerte llega inesperadamente.
Y que cuando la puerta de esta vida se cierra para nosotros, de nada valdrán las lamentaciones.
Ahora ....piensa por un momento que es lo principal en tu vida......
"Que cosa extraña es el hombre: Nacer no pide, Vivir no sabe, Morir no quiere"

lunes, 21 de noviembre de 2011

CERRANDO ETAPAS

Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida.
Si insistes en permanecer en ella, más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto de las cosas.
Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos. Como quieras llamarlo, lo importante es poder cerrarlos, dejar ir momentos de la vida que se van clausurando
¿Terminó con su trabajo?, ¿Se acabó la relación?, ¿Ya no vive más en esa casa?, ¿Debe irse de viaje?, ¿La amistad se acabó? ¿Ya no eres un niño?
Puede pasarse algún tiempo de su presente "repasando" los “porqués”, rebobinando el casette para tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho.
El desgaste sería infinito porque en la vida, usted, yo, su amigo, sus hijos, sus hermanas, todos y todas, estamos abocados a ir cerrando capítulos, a pasar la hoja, a terminar con etapas o con momentos de la vida y seguir adelante.
No podemos estar en el presente añorando el pasado.
Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltar, hay que desprenderse.
No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros.
No ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!
Por eso a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar pertenencias cambiar de casa, tirar documentos, vender o regalar tus libros. Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación.
Dejar ir, soltar, desprenderse.
En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que pasar la hoja, hay que vivir con sólo lo que tenemos en el presente! El pasado ya pasó.
Por eso .... cierre, clausure, limpie, tire, oxigene, despréndase, sacuda, suelte.
Hay tantas palabras para expresar esa salud esencial
Y cualquiera que sea la que escoja,
le ayudará definitivamente a seguir
para adelante con confianza.
¡Así es la vida!

martes, 27 de septiembre de 2011

El Tazón de Madera

Un viejo se fue a vivir con su hijo, su nuera y su nieto de cuatro años, ya las manos le temblaban, su vista se nublaba y sus pasos flaqueaban.
La familia completa comía junta en la mesa, pero las manos temblorosas y la vista enferma del anciano hacía el alimentarse un asunto difícil.
Los guisantes caían de su cuchara al suelo de y cuando intentaba tomar el vaso, derramaba la leche sobre el mantel.
El hijo y su esposa se cansaron de la situación. "Tenemos que hacer algo con el abuelo", dijo el hijo. "Ya he tenido suficiente, derrama la leche, hace ruido al comer y tira la comida al suelo".
Así fue como el matrimonio decidió poner una pequeña mesa en una esquina del comedor. Ahí, el abuelo comía solo mientras el resto de la familia disfrutaba la hora de comer. Como el abuelo había roto uno o dos platos, su comida se la servían en un tazón de madera.
De vez en cuando miraban hacia donde estaba el abuelo y podían ver una lágrima en sus ojos mientras estaba ahí sentado sólo. Sin embargo, las únicas palabras que la pareja le dirigía, eran fríos llamados de atención cada vez que dejaba caer el tenedor o la comida.
El niño de cuatro años observaba todo en silencio. Una tarde antes de la cena, el papá observó que su hijo estaba jugando con trozos de madera en el suelo.
Le preguntó dulcemente: ¿Qué estás haciendo?
Con la misma dulzura el niño le contestó: "Ah, estoy haciendo un tazón para ti y otro para mamá para que cuando yo crezca, ustedes coman en ellos".
Sonrió y siguió con su tarea.
Las palabras del pequeño golpearon a sus padres de tal forma que quedaron sin habla.
Las lágrimas rodaban por sus mejillas. Y, aunque ninguna palabra se dijo al respecto, ambos sabían lo que tenían que hacer.
Esa tarde el esposo tomó gentilmente la mano del abuelo y lo guió de vuelta a la mesa de la familia. Por el resto de sus días ocupó un lugar en la mesa con ellos. Y por alguna razón, ni el esposo ni la esposa, parecían molestarse más cada vez que el tenedor se caía, la leche se derramaba o se ensuciaba el mantel.
Los niños son altamente perceptivos. Sus ojos observan, sus oídos siempre escuchan y sus mentes procesan los mensajes que absorben.
Si ven que con paciencia proveemos un hogar feliz para todos los miembros de la familia, ellos imitarán esa actitud por el resto de sus vidas.
Los padres y madres inteligentes se percatan que cada día colocan los bloques con los que construyen el futuro de su hijo. Seamos constructores sabios y modelos a seguir.
He aprendido que puedes decir mucho de una persona por la forma en que maneja tres cosas: un día lluvioso, equipaje perdido y luces del arbolito enredadas.
He aprendido que independientemente de la relación que tengas con tus padres, los vas a extrañar cuando ya no estén contigo.
He aprendido que aun cuando me duela, no debo estar solo.
La gente olvidará lo que dijiste y lo que hiciste, pero nunca cómo los hiciste sentir.

sábado, 3 de septiembre de 2011

LA CIEGA

Había un ciega sentada en la calle, con una taza y un pedazo de cartón, escrito con tinta negra, que decía: "Por favor, ayúdenme, soy ciega"
Un creativo de publicidad que pasaba frente a ella, se detuvo y observó unas pocas monedas en la taza.
Sin pedirle permiso tomó el cartel, le dio vuelta, tomó un marcador negro que el llevaba y escribió otro anuncio.
Volvió a poner el pedazo de cartón sobre los pies de la ciega y se fue.

Por la tarde el creativo volvió a pasar frente la ciega que pedía limosna; su taza estaba llena de billetes y monedas.

La ciega reconoció sus pasos y le preguntó si había sido él, el que re escribió su cartel y sobre todo, qué había escrito.

El publicista le contestó:
"Nada que no sea tan cierto como tu anuncio, pero con otras palabras".
Sonrió y siguió su camino.
El nuevo mensaje decía :
"Hoy es primavera y no puedo verla"
Cambiemos de estrategia cuando no nos sale algo, y verán que puede que resulte mejor de esa manera.
Nadie puede ser esclavo de su identidad: cuando surge una posibilidad de cambio, hay que cambiar.
Las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo.... del miedo al cambio.

“Si haces lo que siempre has hecho, obtendrás los resultados que siempre has obtenido“
El mundo exige resultados.
No le cuentes a otros tus dolores del parto.
Muéstrales al niño.

lunes, 22 de agosto de 2011

UNA FLOR

Había una joven muy rica, que tenía todo: un marido maravilloso, hijos perfectos, un empleo donde le pagaban muy bien, una familia unida.
Lo extraño es que ella no conseguía conciliar todo eso, el trabajo y los quehaceres le ocupaban todo su tiempo y su vida estaba mal en algunas áreas. Si el trabajo consumía mucho tiempo, abandonaba a sus hijos, si surgía algún problema, ella dejaba de lado a su marido… Y así, las personas que ella amaba eran siempre dejadas para después,
Hasta que un dia, su padre, un hombre muy sabio, le dio un regalo: una flor muy cara y rarísima, de la cual habia apenas un ejemplar en todo el mundo. Y le dijo:

“Hija, esta flor te ayudara mucho mas de lo que tu te imaginas! Únicamente necesitas regarla y podarla de vez en cuando, ocasionalmente conversar un poco con ella, y ella te dará a cambio ese perfume maravilloso y las más lindas flores.”
La joven la recibió emocionada, pues la flor era de una belleza sin igual. Mas el tiempo fue pasando, los problemas surgían, el trabajo consumía todo su tiempo, y su vida, que continuaba confusa, no le permitía cuidar de la flor.
Ella llegaba a casa, miraba la flor y aún estaba ahí, no mostraba ningún signo de debilidad o muerte, siempre, linda, perfumada. Entonces ella pasaba sin prestarle más atención.
Hasta que un día, sin más, la flor murió. Ella llego a casa y se llevó un susto! Estaba completamente muerta, sus raíces estaban resecas, sus flores caídas y sus hojas amarillas. La Joven se echó a llorar y le conto a su padre lo que había acontecido.
Su padre entonces respondió:
“Imagine que eso ocurriría, y no puedo darte otra flor, porque no existe otra igual a ella, era única, así como tus hijos, tu marido, tus amigos y toda tu familia.
Todos son bendiciones que el Señor te dio, pero debes aprender a regarlos, podarlos y dar atención a ellos, pues asi como la flor, los sentimientos también mueren. Tú te acostumbraste a ver la flor viva, siempre florida, siempre perfumada, y te olvidaste de cuidarla. Cuida a las personas que amas!”
Y tú?… Cuidas de las bendiciones que Dios te ha dado? Proteges esa flor, pues forman parte de las bendiciones del Señor: Él nos las da, mas nosotros somos lo que debemos cuidar de ellas.

miércoles, 17 de agosto de 2011

LA TORTUGA Y LA LIEBRE

Una tortuga y una liebre siempre discutían sobre quién era más rápida. Para dirimir el argumento, decidieron correr una carrera.
Eligieron una ruta y comenzaron la competencia.
La liebre arrancó a toda velocidad y corrió enérgicamente durante algún tiempo. Luego, al ver que llevaba mucha ventaja, decidió sentarse bajo un árbol para descansar un rato, recuperar fuerzas y luego continuar su marcha, pero pronto se durmió.
La tortuga, que andaba con paso lento, la alcanzó, la superó y terminó primero, declarándose vencedora indiscutible.
Moraleja: Los lentos y estables ganan la carrera.
Pero la historia no termina aquí:
La liebre, decepcionada tras haber perdido, hizo un examen de conciencia y reconoció sus errores. Descubrió que había perdido la carrera por ser presumida y descuidada. Si no hubiera dado tantas cosas por supuesto, nunca la hubiesen vencido.
Entonces, desafió a la tortuga a una nueva competencia. Esta vez, la liebre corrió de principio a fin y su triunfo fue evidente.
Moraleja: Los rápidos y tenaces vencen a los lentos y estables.
Pero la historia tampoco termina aquí:
Tras ser derrotada, la tortuga reflexionó detenidamente y llegó a la conclusión de que no había forma de ganarle a la liebre en velocidad. Como estaba planteada la carrera, ella siempre perdería. Por eso, desafió nuevamente a la liebre, pero propuso correr sobre una ruta ligeramente diferente.
La liebre aceptó y corrió a toda velocidad, hasta que se encontró en su camino con un ancho río. Mientras la liebre, que no sabía nadar, se preguntaba "¿qué hago ahora?", la tortuga nadó hasta la otra orilla, continuó a su paso y terminó en primer lugar.
Moraleja: Quienes identifican su ventaja competitiva (saber nadar) y cambian el entorno para aprovecharla, llegan primeros.
Pero la historia tampoco termina aquí:
El tiempo pasó y tanto compartieron la liebre y la tortuga, que terminaron haciéndose buenas amigas. Ambas reconocieron que eran buenas competidoras y decidieron repetir la última carrera, pero esta vez corriendo en equipo.
En la primera parte, la liebre cargó a la tortuga hasta llegar al río. Allí, la tortuga atravesó el río con la liebre sobre su caparazón y, sobre la orilla de enfrente la liebre cargó nuevamente a la tortuga hasta la meta. Como alcanzaron la línea de llegada en un tiempo récord, sintieron una mayor satisfacción que aquella que habían experimentado en sus logros individuales.
Moraleja: Es bueno ser individualmente brillante y tener fuertes capacidades personales.
Pero, a menos que seamos capaces de trabajar con otras personas y potenciar recíprocamente las habilidades de cada uno, no seremos completamente efectivos.
Siempre existirán situaciones para las cuales no estamos preparados y que otras personas pueden enfrentar mejor.
La liebre y la tortuga también aprendieron otra lección vital:
Cuando dejamos de competir contra un rival y comenzamos a competir contra una situación, complementamos capacidades, compensamos defectos, potenciamos nuestros recursos...y obtenemos mejores resultados!

“Para ser exitoso no tienes que hacer cosas extraordinarias.
Haz cosas ordinarias, extraordinariamente bien.”

martes, 9 de agosto de 2011

Los mejores amigos

Hubo una vez dos mejores amigos.
Ellos eran inseparables, eran una sola alma. Por alguna razón sus caminos tomaron dos rumbos distintos y se separaron.

Yo nunca volví a saber de mi amigo hasta el día de ayer, después de 10 años, que caminando por la calle me encontré a su madre. La saludé y le pregunté por mi amigo.
En ese momento sus ojos se llenaron de lágrimas y me miró a los ojos diciendo:

- Murió ayer....

No supe qué decir, ella me seguía mirando y pregunté cómo había muerto.
Ella me invitó a su casa, al llegar allí me ofreció sentarme en la sala vieja donde pasé gran parte de mi vida, siempre jugábamos ahí mi amigo y yo.
Me senté y ella comenzó a contarme la triste historia.

- Hace dos años le diagnosticaron una rara enfermedad, y su cura era recibir cada mes una transfusión de sangre durante tres meses, pero ¿recuerdas que su sangre era muy rara?, sí, lo sé, igual que la tuya....
Estuvimos buscando donadores y al fin encontramos a un señor vagabundo.
Tu amigo, como te acordarás, era muy testarudo, no quiso recibir la sangre del vagabundo. Él decía que de la única persona que recibiría sangre sería de ti, pero no quiso que te buscáramos, él decía todas las noches:

- No lo busquen, estoy seguro que mañana si vendrá....

Así pasaron los meses, y todas las noches se sentaba en esa misma silla donde estás tú sentado y rezaba para que te acordaras de él y vinieras a la mañana siguiente. Así acabó su vida y en la última noche de su vida, estaba muy mal, y sonriendo me dijo:

- Madre mía, yo sé que pronto mi amigo vendrá, pregúntale por qué tardó tanto y dale esa nota que está en mi cajón.

La señora se levantó, regresó y me entregó la nota que decía:
- Amigo mío, sabía que vendrías, tardaste un poco pero no importa, lo importante es que viniste.
Ahora te estoy esperando en otro sitio espero que tardes en llegar, pero mientras tanto quiero decirte que todas las noches rezaré por ti y desde el cielo te estaré cuidando mi querido mejor amigo.
¡Ah, por cierto, ¿te acuerdas por qué nos distanciamos? sí, fue porque no te quise prestar mi pelota nueva, jaja, qué tiempos.... éramos insoportables, bueno pues quiero decirte que te la regalo y espero que te guste mucho.
Te quiere mucho: tu amigo por siempre.

Moraleja:

* No dejes que tu orgullo pueda más que tú corazón...
La amistad es como el mar, se ve el principio pero no el final"

lunes, 25 de julio de 2011

“Atrevete a soñar”

Un joven llamado George soñó un día con participar en unos juegos Olímpicos. En Saint Louis, y durante el año 1904 su sueño se cumplió. George no sólo participó, sino que consiguió una medalla de oro, dos de plata y otra de bronce en gimnasia. Siempre había soñado con ser un atleta olímpico y ganar una medalla.
Soñó con la gloria de alcanzar lo inalcanzable, de competir consigo mismo en el juego más feliz, esa gloria que vale mucho más que el poder o el dinero. ¿Sabes la razón? Su pierna izquierda era de madera, la de verdad le fue amputada al ser arrollado por un tren. Para casi todos su caso era imposible. Para él era un sueño que había que cumplir.
En los JJ.00. de México en el año 1968, John Akhawari (Tanzania) Fue el último en la maratón, llegó casi dos horas después del ganador, con una lesión en la rodilla y muchos dolores. Un sólo periodista quedaba en el estadio para inmortalizar el momento, el mismo que le preguntó "¿Por qué no has abandonado? ¿No ves que no hay nadie en el estadio? ¡nadie va a saber que llegaste a la meta! No sabes que eres el último?" John le miró con sus ojos llenos de cansancio y casi sin fuerzas para pronunciar una sola palabra, susurró: "Mi país no me envió a 12000 km de distancia para empezar una carrera, sino para terminarla". Los sueños no son propiedad de los vencedores.
"Si pudiera haría esto o lo otro"... ¿Lo has pensado alguna vez? Si lo has hecho, déjame hacerte una pregunta ¿Porqué dejaste de creer en ti mismo? ¿sabes una cosa? Si creemos que un problema es imposible, el problema somos nosotros. La mayoría de la gente muere antes de morir, va muriendo poco a poco a lo largo de su vida, perdiendo la esperanza, la alegría, la belleza de las cosas sencillas. La mayoría de la gente muere cuando mueren sus sueños. Aunque sigan vivos.
Sólo quiero recordarte algo: una vida amargada jamás ha ayudado a cambiar el mundo. Son los soñadores los que construyen el futuro, los que ven más allá de lo que ocurre, los que son capaces de enseñar a todos que hay nuevas posibilidades. Los soñadores crean y los Creadores hacen realidad los sueños. No seríamos capaces de vivir de la misma manera si alguien no se hubiese atrevido a soñar.
Muchas de las cosas que disfrutas ahora son el resultado de los sueños de otros. Y tú, ¿qué estás soñando ahora?, ¿qué nos dejarás a todos como resultado de tus sueños? Recuerda que la vida no es un ensayo, busca dentro de tu corazón, porque puede que algunos sueños están a punto de pasar a peor vida si no trabajas por ellos.

“Qué dejarás a los demás como resultado de tus sueños?”

viernes, 15 de julio de 2011

CUANTO TE DEBO MAMA

Un pequeño se acercó a su madre en la cocina, una noche, cuando ella preparaba la cena y le entregó un papel sobre el que había escrito algo.
Después de que la mamá se secó las manos, lo leyó y esto es lo que decía:

Por cortar el pasto $5000
Por limpiar mi habitación esta semana $10.000
Por ir a la tienda cuando me envías $200
Por cuidar a mi hermano mientras fuiste de compras $8000
Por sacar la basura $1000
Por obtener una buena nota de calificaciones $5000
Por limpiar y barrer el patio $2000
Total que me debes $31.200

Su madre lo miró de pie a la expectativa y los recuerdos pasaban por su mente. Tomó la pluma, le dio la vuelta a la hoja de papel que el niño había escrito y anotó lo siguiente:
Por los nueve meses que te llevé mientras crecías en mi interior, SIN CARGO.
Por todas las noches que estuve sentada a tu lado, cuidándote y orando por ti, SIN CARGO.
Por todos los momentos difíciles y todas las lágrimas que causaste a través de los años, SIN CARGO.
Por todas las noches de temor y por las preocupaciones que sabía que tendría, SIN CARGO.
Por los juguetes, la comida, la ropa y por limpiar tu nariz, SIN CARGO.
Cuando sumes todo, el costo total del verdadero amor es SIN CARGO.
Así, cuando el niño terminó de leer lo que su madre había escrito, había grandes lágrimas en sus ojos, miró directamente a su madre y dijo:

“Mamá en verdad te amo”. Después tomó la pluma y con letras grandes escribió:

“PAGADO EN SU TOTALIDAD”


Jamás en la vida encontrarás ternura mejor y más desinteresada que la de nuestra madre.

lunes, 11 de julio de 2011

El Jugador de Futbol

Un muchacho vivía solo con su padre, ambos tenían una relación extraordinaria y muy especial.
El joven pertenecía al equipo de fútbol de su colegio, usualmente no tenía la oportunidad de jugar, bueno casi nunca, sin embargo su padre permanecía siempre en las gradas haciéndole compañía.
El joven era él más bajo de la clase cuando comenzó la secundaria, insistía en participar en el equipo de fútbol del colegio, su padre siempre le daba orientación y le explicaba claramente que “el no tenía que jugar fútbol si no lo deseaba en realidad” Pero el joven amaba el fútbol, no faltaba ni a una práctica ni a un juego, estaba decidido a dar lo mejor de sí, se sentía felizmente comprometido!.
Durante su vida en secundaria, lo recordaron como el calentador de bancas, debido a que siempre permanecía sentado… Su padre con su espíritu de luchador, siempre estaba en las gradas, dándole compañía, palabras de aliento y el mejor apoyo que ningún hijo podía esperar. Cuando comenzó la universidad, intentó entrar al equipo de fútbol, todos estaban seguros de que no lo lograría, pero a todos venció, entrando al equipo.
El entrenador dio la noticia, admitiendo que lo había aceptado además por como él demostraba entregar su corazón y su alma en cada una de las prácticas y al mismo tiempo le daba a los demás el entusiasmo perfecto. La noticia llenó por completo su corazón, corrió al teléfono más cercano y llamó a su padre, quien compartió con él su emoción. Le enviaba en todas las temporadas todas las entradas para que asistiera a todos los juegos de la universidad.
El joven atleta era muy persistente, nunca faltó ni a una práctica ni a un juego durante los 4 años de la universidad y nunca tuvo el chance de participar en ningún juego!.
Era el final de la temporada y justo unos minutos antes que comenzará el primer juego de la eliminatoria, el entrenador le entregó un telegrama, el joven lo tomó y luego de leerlo quedó en silencio… y temblando le dijo al entrenador: “mi padre murió esta mañana, ¿no hay problema de que falte al juego?, el entrenador le abrazó y le dijo “toma el resto de la semana libre hijo y no se te ocurra venir el sábado”
Llegó el sábado y el juego no estaba muy bien en el tercer cuarto, cuando el equipo tenía 3 puntos de desventaja, el joven entró al vestuario y calladamente se colocó el uniforme y corrió hacía donde estaba el entrenador y su equipo, quienes estaban impresionados de ver a su luchador compañero de regreso, “entrenador, por favor permítame jugar, yo tengo que jugar hoy” imploró el joven, el entrenador pretendió no escucharlo, de ninguna manera él podía permitir que su peor jugador entrará en las eliminatorias, pero el joven insistió tanto que el entrenador sintió lastima y aceptó: “Ok hijo puedes entrar, el campo es todo tuyo, dijo minutos después el entrenador.
El equipo y el público, no podían creer lo que estaban viendo, un pequeño desconocido que nunca había participado en un juego, estaba haciendo todo perfectamente brillante, nadie podía detenerlo en el campo, corría fácilmente como toda una estrella, su equipo comenzó a ganar, hasta que empató el juego.
En los segundos de cierre, el muchacho interceptó un pase y corrió todo el campo hasta ganar con una anotación, la gente que estaba en las gradas gritaba emocionada, su equipo lo llevó cargado por todo el campo, finalmente cuando todo terminó, el entrenador notó que el joven estaba sentado calladamente y sólo en una esquina, se acercó y le dijo: “muchacho no puedo creerlo, estuviste fantástico”, dime ¿cómo lo lograste?, el joven miró al entrenador y le dijo: “usted sabe que mi padre murió… ¿pero sabía que mi padre era ciego?, el joven hizo una pausa y trato de sonreír… “Mi padre asistió a todos mis juegos, pero hoy era la primera vez que él podía verme jugar… y yo quise mostrarle que si podía hacerlo”… .
Así que recuerda: Siempre existe alguien que está orgulloso de ti, piensa en ti, quiere estar a tu lado, quiere sujetar tu mano, quiere que te encuentres feliz, quiere abrazarte, admira tu fortaleza, no le gusta verte sufrir, te ama por quien eres, te considera un tesoro, confía en tí y sobre todo te considera su hijo. Sabes de quién hablo? no está de más decirte que el Padre Celestial está sentado en su trono observándote y cuidándote.

Apoyemos al Comite Rojo para que se realicen los sueños de todos los jóvenes deportistas en especial del equipo de tercera división de futbol porque tienen un gran observador.

lunes, 20 de junio de 2011

REGALO MÁS GRANDE DEL MUNDO

El día que mi María José nació, en verdad no sentí gran alegría porque la decepción que sentía parecía ser más grande que el gran acontecimiento que representa tener hijo. Yo quería un varón.
A los dos días de haber nacido, fui a buscar a mis dos mujeres, una lucía pálida y la otra radiante y dormilona. En pocos meses me dejé cautivar por la sonrisa de María José y por el negro de su mirada fija y penetrante, fue entonces cuando empecé a amarla con locura, su carita, su sonrisa y su mirada no se apartaban ni un instante de mi pensamiento. Todo se lo quería comprar, la miraba en cada niño o niña, hacía planes, todo sería para mi María José."

Este relato era contado a menudo por Rodolfo, el padre de María José. Yo también sentía gran afecto por la niña que era la razón más grande para vivir de Rodolfo, según decía él mismo. Una tarde estaba mi familia y la de Rodolfo haciendo un picnic a la orilla de una laguna cerca de casa y la niña entabló una conversación con su papá, un diálogo que todos escuchamos...
-Papi, cuando cumpla quince años... ¿Cuál será mi regalo?.
-Pero mi amor si apenas tienes diez añitos... ¿No te parece que falta mucho para esa fecha?.
-Bueno papi, tú siempre dices que el tiempo pasa volando, aunque yo nunca lo he visto por aquí.
La conversación se extendía y todos participamos de ella. Al caer el sol regresamos a nuestras casas.
Una mañana me encontré con Rodolfo enfrente del colegio donde estudiaba su hija quien ya tenía catorce años.
El hombre se veía muy contento y la sonrisa no se apartaba de su rostro. Con gran orgullo me mostró el registro de calificaciones de María José, eran notas impresionantes, ninguna bajaba de nueve puntos y los estímulos que les habían escrito sus profesores eran realmente conmovedores, felicité al dichoso padre y le invité a un café.
María José ocupaba todo el espacio en casa, en la mente y en el corazón de su familia, especialmente en el corazón de su padre. Todo ocurrió un domingo, muy temprano, cuando nos dirigíamos a misa... En ese momento María José tropezó con algo, o eso creímos todos, y ella dio un traspié. Sin embargo, en ese momento no cayó pues su padre la tomó de inmediato, evitando que se lastimara. De cualquier forma, ya instalados en el auto, vimos como María José se tumbó lentamente sobre el banco y casi perdió el conocimiento. Inmediatamente, buscando un taxi, la llevamos al hospital.
Allí permaneció por diez días y fue entonces cuando le informaron que su hija padecía de una grave enfermedad que afectaba seriamente su corazón, pero no era algo definitivo, que debían practicársele otras pruebas para llegar a un diagnóstico firme.
Los días iban transcurriendo, Rodolfo renunció a su trabajo para dedicarse al cuidado de María José, su madre quería hacerlo pero decidieron que ella trabajaría, pues sus ingresos eran superiores a los de él. Una mañana Rodolfo se encontraba al lado de su hija cuando ella le preguntó:
- ¿Voy a morir, no es cierto?. Te lo dijeron los médicos.
- No mi amor, no vas a morir, Dios que es tan grande, no permitiría que pierda lo que más he amado en el mundo- respondió el padre.
- ¿Van a algún lugar?. ¿Pueden ver desde lo alto a las personas queridas?. ¿Sabes si pueden volver?.
- Bueno hija, respondió, en verdad nadie ha regresado de allá a contar algo sobre eso, pero si yo muriera, no te dejaría sola. Estando en el más allá buscaría la manera de comunicarme contigo, en última instancia utilizaría el viento para venir a verte.
- ¿Al viento?- replicó María José. - ¿Y cómo lo harías?.
- No tengo la menor idea hija, solo sé que si algún día muero, sentirás que estoy contigo cuando un suave viento roce tu cara y una brisa fresca bese tus mejillas.
Ese mismo día por la tarde, llamaron a Rodolfo, el asunto era grave, su hija estaba muriendo, necesitaban un corazón
pues el de ella no resistiría sino unos quince o veinte días más. ¡Un corazón!. ¿Dónde hallaría un corazón?. ¿Lo vendían en la farmacia acaso, en el supermercado, o en una de esas grandes tiendas que propagan por radio y televisión?. ¡Un corazón!. ¿Dónde?.
Ese mismo mes, María José cumpliría sus quince años. Fue el viernes por la tarde cuando consiguieron un donante, las cosas iban a cambiar. El domingo por la tarde, ya María José estuvo operada y todo salió como los médicos lo habían planeado. ¡Éxito total!.
Sin embargo, Rodolfo no había vuelto por el hospital y María José lo comenzó a extrañar. Su mamá tuvo que explicarle que ya que todo estaba bien, a partir de ese momento su papá era quien trabajaría para sostener la familia. María José permaneció en el hospital por quince días más, los médicos no habían querido dejarla ir hasta que su corazón estuviera firme y fuerte y así lo hicieron. Al llegar a casa todos se sentaron en un enorme sofá y su mamá con los ojos llenos de lágrimas le entregó una carta de su padre.
María José, mi gran amor:
"Al momento de leer mi carta, debes tener quince años y un corazón fuerte latiendo en tu pecho, esa fue la promesa de los médicos que te operaron. No puedes imaginarte ni remotamente cuanto lamento no poder estar a tu lado en este instante. Cuando supe que ibas a morir sentí que yo también moriría contigo, y me preguntaba ¿qué podía hacer?... después de tanto pensar y sentir mil cosas dentro de mí, decidí finalmente que la mejor manera de hacer algo por ti era darle respuesta a una pregunta que me hiciste cuando tenías diez años y a la cual no respondí. Decidí hacerte el regalo más hermoso que nadie jamás ha hecho. Te regalo mi vida entera, sin condición alguna para que hagas con ella lo que creas que es mejor, sintiendo muchas cosas bellas y sabiendo que en el mundo lo más importante es que quieras vivir, ¡Vive hija!. Te amo!!!!...
También quiero que sepas que hoy, mañana y siempre estaré a tu lado, siempre. Te Amo y siempre Te Amaré, porque eres lo más grande y hermoso que Dios me ha dado... siempre estaré contigo, siempre TE AMARÉ..."
María José lloró todo el día y toda la noche. Al día siguiente, fue al cementerio y se sentó sobre la tumba de su papá, lloró como nadie lo ha hecho y susurró:
-Papi ahora puedo comprender cuanto me amabas, yo también te amo aunque nunca te lo dije. Por eso también comprendo la importancia de decir "TE AMO". Y te pido perdón por haber guardado silencio... en ese instante las copas de los árboles se movieron suavemente y cayeron algunas flores.
Sintió María José que un suave viento rozó su cara y una brisa fresca besó sus mejillas. Alzó la mirada al cielo sintiendo una paz inmensa y dio gracias a Dios por eso. Se levantó y caminó a casa con la alegría de saber que lleva en su corazón "el amor más grande del mundo"...


“No es la carne y la sangre, sino el corazón, lo que nos hace padres e hijos”

FELIZ DÍA DEL PAPA

lunes, 18 de abril de 2011

TODO TIENE UNA RAZÓN DE SER

Algunas veces, las personas llegan a nuestras vidas y rápidamente nos damos cuenta de que esto pasa porque debe de ser así, para servir un propósito, para enseñar una lección, para descubrir quienes somos en realidad, para enseñarnos lo que deseamos alcanzar.
Tú no sabes quiénes son estas personas, pero cuando fijas tus ojos en ellas, sabes y comprendes que afectarán tu vida de una manera profunda.
Algunas veces te pasan cosas que parecen horribles, dolorosas e injustas, pero en realidad entiendes que si no superas estas cosas nunca habrías realizado tu potencial, tu fuerza, o el poder de tu corazón.
Todo pasa por una razón en la vida. Nada sucede por casualidad o por la suerte... Enfermedades, heridas, el amor, momentos perdidos de grandeza o de puras tonterías, todo ocurre para probar los límites de tu alma.
Sin estas pequeñas pruebas la vida sería como una carretera recién pavimentada, suave y lisa. Una carretera directa sin rumbo a ningún lugar, plana, cómoda y segura, más empañada y sin razón.
La gente que conoces afecta tu vida; las caídas y los triunfos que tú experimentas crean la persona que eres.
Inclusive se puede aprender de las malas experiencias.
Es más, quizás sean las más significativas en nuestras vidas.
Si alguien te hiere, te traiciona o rompe tu corazón, le das las gracias porque te ha enseñado la importancia de perdonar, de dar confianza y de tener más cuidado de a quien le abres tu corazón.
Si alguien te ama, ámalo tu también no porque él o ella te ame, sino porque te han enseñado a amar y a abrir tu corazón y tus ojos a las cosas pequeñas de la vida.
Haz que cada día cuente y aprecia cada momento, además de aprender de todo lo que puedas, porque quizás más adelante no tengas la oportunidad de aprender lo que tienes que aprender de este momento.

domingo, 6 de febrero de 2011

Carga tu Venado

Estaba un hombre a la orilla del camino sentado en una piedra, bajo la sombra de una frondosa Jacaranda.
Se le miraba triste, meditando cabizbajo; casi, casi a punto de soltar el llanto.
Así lo encontró su compadre y amigo de toda la vida, quien al verlo en tales fachas, le preguntó cuál era el motivo, para que él se encontrara en situación tan deprimente.
Compadre, la desconsiderada de tu comadre! Ella es la culpable de mi situación ¡Tu comadre! Esta noche la mato la desaparezco, pero de que se muere, se muere….
No digas eso compadre, mejor dígame, porqué la quiere matar, a lo mejor te puedo ayudar a encontrar una mejor solución al problema.
El compadre, después de respirar profundo y conseguir la calma, empezó su relato.
Mira compadre, tú sabes que somos muy pobres y en mi humilde rancho la única forma de acompañar los frijoles es con un pedazo de carne que consigo en el monte cuando salgo de cacería.
Me voy con mi escopeta, paso varios días de penalidades, arriesgándome con los peligros del monte, esquivando víboras y espinas, soportar la terrible comezón que me producen las garrapatas, los piquetes de moscos-
Aguantar cómo se me mete hasta los huesos el frío de las noches. Luego, por fin, si la suerte me socorre y logro cazar un venado, todavía tengo que cargarlo en mis espaldas todo el largo camino de regreso al rancho y subir la cuesta de la loma hasta llegar a mi casa.
Todavía no termino de llegar cuando aparece mi señora con el cuchillo en la mano e inmediatamente empieza a repartir el venado entre los vecinos y sus familiares.
Que una pierna pa' doña Juana, Que otra pa' doña Cleo, Que este lomito pa' mi mamá, que esto pa'llá, Que las costillitas para mi hermana y a los dos o tres días de nuevo sin nada que comer y ahí voy de tonto otra vez de cacería.
¡Pero ya me cansé y esta noche mínimo las desmechoneo!
El compadre de aquél pobre desdichado, después de meditar un momento, le dio la solución:
Invita a tu mujer a cargar el venado.
¿¡Qué!?
Sí, llévate a la comadre de cacería, no más no le digas las penurias que pasas para llevar el venado a tu casa. Mejor píntasela bonito. No le hables de caminos empedrados, ni de los bichos, ni los peligros, ni del frío ni el calor.
Dile que la invitas a la cacería para que los dos disfruten juntos de los bellos paisajes, del esplendor de las estrellas que te cobijan en la noche, De los manantiales cristalinos que reflejarían románticamente sus imágenes,
De la graciosa manera en que camina el venado, como si fuera un bailarín de ballet, de el dulce canto de los grillos y los pajarillos silvestres, en fin, píntale bonita la cosa.
El compadre siguió el consejo. Por supuesto la convenció.
La mujer, entusiasmada, se fue con la falda larga hasta el tobillo, poco a poco se le desagarraba con las púas en el camino y al cruzar el primer "aguamala" se redujo a minifalda porque la prenda quedó desgarrada.
La blusa le quedó toda jodida, los zapatos se le rompieron por las piedras y las espinas la hicieron sangrar.
Se le pegaron por todo el cuerpo garrapatas y bichos. El fuerte sol le quemó la piel. El pelo se le maltrató: le quedó tieso como estropajo. Las manos llenas de ampollas y llagas que se le hicieron al abrirse paso entre el espeso monte.
Ya sin aliento, estuvo a punto de sufrir un infarto al toparse con una enorme víbora, por fin después de tantos martirios, encontraron al venado.
El hombre sigiloso se acercó a su presa, y localizó el blanco justo para liquidar al escurridizo animal. ¡Bang! Y el venado cayó muerto.
La mujer no cabía de júbilo pensando que su sufrimiento había terminado, pero no era así.
¡Ahora mi amor¡ quiero que cargues el venado para que veas lo bonito que se siente le dijo el hombre masticando con una expresión rabiosa en cada una de sus palabras.
La mujer casi se desmaya ante la mirada asesina de su marido, pero ante la desesperación por regresar a su casa no tuvo aliento ni para replicar, cargó el venado en su espalda hasta su casa.
Hecha trisas, casi muerta con las piernas temblando, jadeando y a punto de reventarle el corazón, llegó y tiró el animal en la sala de su casa.
Sus pequeños hijos y sus vecinos, salieron a recibir a la pareja de cazadores y acostumbrados a la repartición, gritaron los niños a su mamá con alegría:
Mamá, mama!! Vamos a repartir el venado, la mamá de Huguito está esperando por una pierna del venado!!!.
¿Mami qué pedazo le llevo a mi tía?, le dijo otro.
La mujer tirada en el piso, hizo un esfuerzo sobrehumano para levantar la cabeza y con los ojos inyectados de sangre volteó a ver a los niños y agarrando aire hasta por las orejas, les gritó:
¡¡¡ Este venado no me lo toca NADIEEEE !!! y tú Huguito, ve y dile a a tu mamá que se “cargue su venado”!!!!!Nadie toca este Venado!!!!!!!!!!!

"REFLEXIÓN"
Para valorar el esfuerzo ajeno y respetar la real dimensión del trabajo de los demás, todos debemos aprender a "cargar el venado".
Muchos tienen riquezas, empresas y comodidades porque durante años cargaron muuuuchos venados para llegar a donde están ahora…
Y muchos otros como la comadre del cuento siempre esperan cual hienas a que llegue el vecino, el amigo, el conocido o el desconocido con el venado a cuesta para caerle y desgarrarlo, sin importar el esfuerzo que les ha costado conseguirlo.

lunes, 10 de enero de 2011

Volar juntos jamás atados?

Cuenta una vieja leyenda de los indios Sioux que una vez llegaron hasta la tienda del viejo brujo de la tribu, tomados de la mano, Toro Bravo, el más valiente y honorable de los jóvenes guerreros, y Nube Azul la hija del cacique y una de las más hermosas mujeres de la tribu.

- Nos amamos - empezó el joven

- Y nos vamos a casar - dijo ella

- Y nos queremos tanto que tenemos miedo. Queremos un hechizo, un conjuro, un talismán. Algo que nos garantice que podremos estar siempre juntos. Que nos asegure que estaremos uno al lado del otro hasta encontrar a Manitu el día de la muerte.

- Por favor - repitieron - hay algo que podamos hacer?

El viejo los miró y se emocionó de verlos tan jóvenes, tan enamorados, tan anhelantes esperando su palabra.

- Hay algo...- dijo el viejo después de una larga pausa - Pero no sé...es una tarea muy difícil y sacrificada.

- No importa - dijeron los dos - Lo que sea - ratificó Toro Bravo

- Bien - dijo el brujo - Nube Alta, ¿ves el monte al norte de nuestra aldea? Deberás escalarlo sola y sin más armas que una red y tus manos, y deberás cazar el halcón más hermoso y vigoroso del monte. Si lo atrapas, deberás traerlo aquí con vida el tercer día después de la luna llena. ¿Comprendiste?

La joven asintió en silencio.

- Y tú, Toro Bravo - siguió el brujo - deberás escalar la montaña del trueno; cuando llegues a la cima, encontrarás la más brava de todas las águilas y, solamente con tus manos y una red, deberás atraparla sin heridas y traerla ante mi, viva, el mismo día en que vendrá Nube Alta...salgan ahora!.

Los jóvenes se miraron con ternura y después de una fugaz sonrisa salieron a cumplir la misión encomendada, ella hacia el norte, él hacia el sur....

El día establecido, frente a la tienda del brujo, los dos jóvenes esperaban con sendas bolsas de tela que contenían las aves solicitadas.

El viejo les pidió que con mucho cuidado las sacaran de las bolsas. Los jóvenes lo hicieron y expusieron ante la aprobación del viejo las aves cazadas.

Eran verdaderamente hermosos ejemplares, sin duda lo mejor de su estirpe.

- ¿Volaban alto?- preguntó el brujo

- Si, sin dudas. Como lo pediste...¿y ahora? -preguntó el joven- ¿los mataremos y beberemos el honor de su sangre?

- No - dijo el viejo

- Los cocinaremos y comeremos el valor en su carne - propuso la joven.

- No - repitió el viejo. Harán lo que les digo: Tomen las aves y aténlas entre sí por las patas con estas tiras de cuero...Cuando las hayan anudado, suéltenlas y que vuelen libres.

El guerrero y la joven hicieron lo que se les pedía y soltaron los pájaros. El águila y el halcón intentaron levantar vuelo pero solo consiguieron revolcarse en el piso. Unos minutos después, irritadas por la incapacidad, las aves arremetieron a picotazos entre si hasta lastimarse.

- Este es el conjuro. Jamás olviden lo que han visto. Son ustedes como un águila y un halcón; si se atan el uno al otro, aunque lo hagan por amor, no sólo vivirán arrastrándose, sino que además, tarde o temprano, empezarán a lastimarse uno al otro.
Si quieren que el amor perdure,
"vuelen juntos pero jamás atados".