lunes, 19 de enero de 2015

EL COMIENZO DE UNA NUEVA VIDA

      Un hombre recibió una noche la visita de un ángel, quien le comunicó que le esperaba un futuro fabuloso: se le daría la oportunidad de hacerse rico, de lograr una posición importante y respetada dentro de su comunidad y de casarse con una mujer muy hermosa.
Este hombre se pasó la vida esperando a que los milagros prometidos llegasen, pero nunca lo hicieron, así que al final murió solo y pobre. Cuando llegó a las puertas del cielo, vio al ángel que le había visitado años atrás y protestó: «Me prometiste riquezas, una buena posición social y una bella esposa, ¡ me he pasado la vida esperando en balde !»
«Yo no hice esa promesa», replicó el ángel, «te prometí la oportunidad de riqueza, una buena posición social y una esposa hermosa». El hombre estaba realmente intrigado. «No entiendo lo que quieres decir», confesó.
«¿Recuerdas que una vez tuviste la idea de montar un negocio pero el miedo al fracaso te detuvo y nunca lo pusiste en práctica?». El hombre asintió con un gesto. «Al no decidirte, unos años más tarde se le dio la idea a otro hombre que no permitió que el miedo al
fracaso le impidiera ponerla en práctica. Recordarás que se convirtió en uno de los hombres más ricos del reino».
«También recordarás», prosiguió el ángel, «aquella ocasión en que un terremoto asoló la ciudad, derrumbó muchos edificios y miles de personas quedaron atrapadas en ellos. En aquella ocasión tuviste la oportunidad de ayudar a encontrar y rescatar a los supervivientes, pero no quisiste dejar tu hogar solo por miedo a que los muchos saqueadores que había te robasen tus pertenencias, así que ignoraste la petición de ayuda y te quedaste en casa».
El hombre asintió con vergüenza. «Esa fue tu gran oportunidad de salvarle la vida a cientos de personas con lo que hubieras ganado el respeto de todos ellos», continuó el ángel.
«Por último, ¿recuerdas a aquella hermosa mujer pelirroja que te había atraído tanto? la creías incomparable a cualquier otra y nunca conociste a nadie igual. Sin embargo, pensaste que tal mujer no se casaría con alguien como tú y, para evitar el rechazo, nunca llegaste a pedírselo».
El hombre volvió a asentir, pero ahora las lágrimas rodaban por sus mejillas. «Sí, amigo, ella podría haber sido tu esposa», dijo el ángel. «Y con ella se te hubiera otorgado la bendición de tener hermosos hijos y de multiplicar la felicidad en tu vida».
A todos se nos ofrecen a diario muchas oportunidades, pero muy a menudo, las dejamos pasar por nuestros temores e inseguridades!

Antes de comprometerte a una relación, no te preguntes por lo que la otra persona te puede dar, sino por lo que tú puedes aportarle a ella.
La fórmula secreta de una relación amorosa, feliz y para toda la vida es centrarte siempre en lo que puedes dar, en vez de, en lo que puedes sacar de ella.
Para encontrar un amor verdadero, primero debes encontrar a un amigo o a una amiga verdadera.
Para amar a alguien de verdad debes amarlo por lo que es, no por su aspecto físico!
La amistad es la tierra en la que la semilla del amor crece.
Cuando abres tus brazos, estás abriendo tu corazón, sé consecuente con ello!
Hoy dejo atrás todos mis miedos, el pasado ya no tiene poder sobre mí, hoy es el comienzo de una nueva vida! En ti está el Poder de hacerlo realidad!
Deja que la gente a la que amas sepa que la amas. Nunca tengas miedo a pronunciar las palabras mágicas: «Te Quiero!!!».
No puedes amar a una persona plenamente a menos que confies en ella.
La pasión enciende el amor y lo mantiene … vivo!
Son algunos de los secretos del Amor Abundante pero lo que no debes olvidar es que, a diferencia de las posesiones materiales o del dinero, el amor es una fuente inagotable, y todos podemos dar, sin miedo a que se acabe. Cuando damos, no perdemos nada. De hecho la única manera de secar el Amor es si  lo entregamos todo sin condición.

lunes, 12 de enero de 2015

REFLEXIÓN DE FIN DE AÑO

Comienza un nuevo año y con el un mundo de oportunidades se abre ante nosotros. El momento es propicio para reflexionar internamente sobre experiencias pasadas, situaciones presentes y el porvenir. Para aprender del pasado, disfrutar el presente y construir un futuro mejor.
Si nos detenemos por un momento y hacemos una pausa para mirar hacia atrás, podremos darnos cuenta que nos encontramos exactamente donde nos han traído nuestras acciones pasadas. El ser humano construye su futuro día a día mediante sus pensamientos, palabras y acciones, y estas a su vez van moldeando el presente.
Algunos pueblos que han tomado consciencia de la importancia de los actos de cada uno de sus habitantes para la consecución de un fin común, han incorporado a sus culturas la tradición de los propósitos a alcanzar en el año nuevo.
Esta tradición es muy sencilla. En ella cada persona se traza metas que hasta ahora no ha podido alcanzar, o no se había planteado y se hace el firme propósito de lograrlas durante el año que recién comienza. Puesto que según la tradición esto ocurre generalmente en alguna reunión social relativa al nuevo año, puede ser la cena de fin de año o la primera reunión de familiares y amigos del año que apenas comenzó, es costumbre comunicarse entre los concurrentes sus propósitos para de esta manera intercambiar opiniones sobre la mejor manera de lograrlos y obtener el apoyo necesario de quien este dispuesto a brindarlo para concretarlos, y si ocurre que se encuentran personas con propósitos comunes, unir esfuerzos para facilitar su consecución.
Esta tradición no está limitada exclusivamente a propósitos individuales, pueden plantearse también propósitos familiares, de grupo, sociales y hasta mundiales, y de esta manera poner un granito de arena para construir un mundo mejor, el mundo que todos en el fondo deseamos.
Con el pasar del tiempo nuestra voluntad se fortalece y nos sentimos cada vez más capaces de lograr lo que nos propusimos; y no solo eso sino que también sentimos la necesidad de hacer algo por aquellos que hasta ahora no se han propuesto lograrlo pos si mismos, y comienza entonces un proceso de crecimiento en el cual nos volvemos conscientes de que somos dueños de nuestros destinos y capaces de utilizar nuestra voluntad en formas cada vez más creativas y constructivas.
A partir de ese momento vemos los obstáculos solo como situaciones a superar y de las cuales aprender, el contento se abre paso entre los lamentos, la alegría vence a la tristeza y la esperanza, la seguridad y la confianza reinan donde antes se encontraba el temor.
El año nuevo es una oportunidad más para transformar la vida, el hogar, el trabajo en algo distinto. empieza por decir quiero algo diferente, voy a comenzar bien; así será más fácil seguir bien y terminar bien. Recuerda que QUERER ES PODER. Este año va a ser distinto al anterior, en qué esperas no repetir los errores del pasado; es un deseo, es un propósito, y no lo debes echar a perder.

Tengo otra oportunidad que no voy a desperdiciar, porque la vida es demasiado breve. Cuando se es capaz de decir: "Desde hoy, desde este primer día, todo será distinto", se tiene el poder de lograr cosas importantes. En mi hogar me voy a arrancar ese egoísmo que tantos males provoca; voy a estrenar un nuevo amor a mi cónyuge y con mi familia; seré mejor padre o madre. Seré también distinto en mi trabajo, no porque vaya a cambiar de trabajo, sino de humor. En mi vida voy a desempolvar mi fe, mis valores y mis creencias; voy a poner un poco más de oración, de cielo azul, de aire puro en mi jornada diaria. Ya me harté de vivir como he vivido, de ser egoísta, tracalero, injusto. Otro estilo de vida, otra forma de ser. ¿Por qué no intentarlo?

Siempre podemos escoger entre vivir el mundo cual lo conocemos o cambiarlo en el que deseamos, la decisión al final es de cada uno según decida cada persona.
Que este nuevo año nos brinde paz, amor, salud, armonía, unión, felicidad y prosperidad.

martes, 6 de enero de 2015

Navidad sin ti

En Navidad es cuando más recordamos a los fallecidos
En Navidad recordamos mucho a los seres queridos con quien en el pasado compartimos días alegres y festivos.
Les extrañaremos siempre,
que en paz descansen.
¿Cómo no recordarles y añorarles en Navidad? ¿Cómo no extrañarles cuando vemos su asiento vacío?  Nos han dejado un vacío que nunca podremos llenar.

Nunca llega el olvido
de un ser amado que ha fallecido,
pues siempre estarán en nuestros corazones,
en cada cosa que hacemos o dejamos de hacer…
Tratamos de superar el dolor de su pérdida,
pero la muerte no se supera nunca,
sólo se puede aprender a vivir sin ellos a nuestro lado.
En Navidad recordamos más a quien el día de ayer estuvo a nuestro lado y que ya nunca más podrá estar, ni tan siquiera para darnos un abrazo o una sonrisa. Nos resignamos, recordando los momentos vividos con ellos, las Navidades pasadas a su lado… unas Navidades que nunca más serán lo mismo, porque nunca más estarán.
Cerramos los ojos
y por un sólo instante
quisiéramos volver hablar,
o tocar sus manos o abrazarlos…
pero ya no están.
Y alzamos la mirada al cielo, con la esperanza de que quizás nos estén mirando desde lo alto, escuchando nuestro corazón… y al hacerlo, lágrimas se forman en nuestros ojos.
Ojalá hubiese una escalera hasta el cielo
para poder abrazarlos y decirles
que les extrañamos, que nada ha sido igual
desde su último aliento.

Más la vida continúa, no queda más que confiar que Dios nos dé un bálsamo para aliviar el dolor. Así es la vida, nacemos y morimos: los que se van primero lo hacen dejando un largo camino de tristeza para los que quedamos atrás.
Sí, ojalá hubiese una escalera hasta el cielo para abrazarlos por Navidad y decir “te quiero tanto que hasta duele respirar”…