miércoles, 15 de enero de 2014
Un caballito de madera "Reyes Magos"
Me fui a acostar temprano, después de atravesar el patio medio oscuro lleno de plantas que mama cuidaba tanto. En un solo cuarto, dos camas y en esas dos camas 6 niños y un bebe mas dormido con mama, yo me acurruque entre mis dos hermanas; y como era mi costumbre me tape con la cobija de pies a cabeza y empece a soñar despierto porque la verdad no dormí nada, solo esperaba y esperaba, por debajo de la cobija alzaba mis pies y miraba mis zapatos puestos en frente en una mesita, por fin escuche unos ruidos y me hice el dormido; mis reyes aparecieron vestidos de ángeles, eran solo dos porque el tercero como estaba manquito no alcanzo a llegar.
Curioso pero uno de ellos se parecía a mi mama y otro a mi papa, pero estaban llenos de luz, colocaron juguetes en cada zapato de mis hermanos menores, pero en el mio no. Me pregunte ¿Que hice mal? me porte bien no soy un niño malo. Recuerdo que el rey que se parecía a mi papa tomo mi zapato en sus manos lo miro un instante y lo dejo donde mismo con una bolsita de galletas, luego en una luz partieron y yo me quede muy triste y profundamente dormido. Otro día por la mañana no tuve sonrisas, no tuve alegría, pero si la esperanza de que el rey manquito llegara, pero no no aparecía nada por ningún lado, a media mañana llego mi querida abuelita con un carrito de lamina de color fuerte y unos luchadores de madera, y me los dio, me dijo que los reyes me los habían dejado en su casa; yo enloqueci de felicidad y no pare de jugar, pensé tal ves los Santos Reyes se habían confundido con las casas.
De esos tres reyes magos hoy solo queda uno, mi abuelita mi rey manquito se fue primero y todavia la extraño, mi melchor mi padre mi rey, se fue después pero me dejo de regalos que nunca me los voy a terminar, amor a morir, sabiduría, humildad, agradecimiento, fortaleza, tanto, tanto, y me queda mi Gazpar, mi mama ella siempre tiene en sus manos solo amor mucho amor. Mis tres Reyes Magos son únicos y siempre cada 5 de enero como hoy que estoy escribiendo esto, los busco en las estrellas y solo pido, lo que he pedido por 44 años, un simple caballito de madera, nunca me lo han dejado. Hoy soy un adulto con una vida complicada, y podría comprar varios caballitos de madera con mi sueldo, pero no, abuelita Cristina, papa Juan, mama Elvira solo voy a colocar mi zapato al pie de mi cama, y bajo las cobijas los quiero ver llegar en una luz, por favor queridos Santos Reyes me he portado bien, me podrán traer hoy después de tantos años solo un caballito de madera, hoy mi zapato no tiene un agujero, no estoy dormido en medio de mis hermanas lo mas probable es que ellas ni siquiera se acuerden de mi, hoy no esta el patio lleno de plantas, ni me he podido dormir temprano porque mi ilusion es ver a mis Santos Reyes no importa si no pueden traer el caballito de madera entenderé se los aseguro, hay muchos niños en el mundo. Hoy me conformare con una bolsita llena de galletas de animalitos llena de amor, llenas de mis reyes.
No quiero ser mas el niño para el que los Santos Reyes no les alcanzo para su regalo.
Levantare la cobija y soñare con verlos llegar los amo Don Juan y Doña Elvira mis maravillosos Reyes Magos.
Posdata: mañana esperare a mi Rey manquito MI QUERIDA ABUELITA, mi mama Cristina.
Esta reflexión es del profesor J. Guadalupe García López
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